16 Feb ¿Por qué buscar una casa con Feng Shui?
Cuando era pequeña me encantaba dibujar y muchas veces dibujaba casas con una sencilla perspectiva como la de la foto.
A lo largo de los años las casas cada vez tenían más detalles, las ventanas tenían cristales cuarteados de estilo francés, más adelante empecé a añadirles contraventanas, balcones y terrazas con barandillas diseñadas con diferentes materiales: hierro, madera, cristal, y así hasta el día de hoy que sigo dibujando en mis libretas como podría ser mi nueva casa.
La casa, para mí, siempre a sido muy importante, dado que es el lugar en el que me siento segura y rodeada de la gente que más quiero, pero no siempre fue así.
A los 19 años me independicé y durante muchos tiempo estuve enfada con la casa, puesto que sentía que solo me daba trabajo y nada me aportaba. Vivía sola con lo mínimo, una mesa, 1 silla y una cama. Era el sitio en el que exclusivamente iba a dormir, pero cuando empecé a vivir en pareja me reconcilié con ella y empecé a cuidarla, a decorarla, y a mantenerla en orden, entonces fue cuando la casa empezó a devolverme el amor que yo le daba.
Se convirtió en una casa llena de gente y alegría en la que empecé a disfrutar, como nunca, de mi independencia y de mis amigos.
A partir de les veintipocos me convertí en una auténtica anfitriona y empecé a dar fiestas y a cocinar. Vivía en un ático con 50 m de terraza, con vistas despejadas. Supongo que puedes imaginar lo bien que lo pasábamos hasta altas horas de la madrugada. Y así mi piso se convirtió en un lugar recurrente para las reuniones de fin de semana.
Llevo más de 23 años trabajando en torno al diseño de viviendas y hace 11 años el Feng Shui apareció en mi vida y además de convertirse en un modo de vivir también se convirtió en mi trabajo.
Mi encuentro con el feng shui y la experiencia personal que tuve, me hizo replantearme mi manera de diseñar, hasta ese momento y descubrí un método para ayudar a las personas a través de crear espacios de buen feng shui que les favorecen y facilitan la vida. Sobre todo, a aquellas que están abiertas a evolucionar y crecer a nivel personal.
¿Te gustaría saber cómo conocí el Feng Shui?
En 2009 me trasladé a una casa “ideal” de la que me enamoré a primera vista, para empezar un nuevo proyecto de pareja con el que ahora es mi marido y padre de mi hijo.
Dos años antes estuvimos prácticamente viviendo juntos en mi ático en el que estuvimos conviviendo fantásticamente, pero todo y así decidimos crear nuestro proyecto de hogar en un lugar nuevo.
Al cabo de un tiempo de vivir en la nueva casa empezamos a discutir y además notaba en mí, sentimientos muy negativos que no solía experimentar. Ambos estábamos que saltábamos a la mínima, sobre todo yo.
Al poco tiempo conocí lo que era el Feng Shui por un amigo con el que teníamos mucha relación y descubrimos que en nuestra casa existía una energía llamada “Pelea de Toros”. Se trata de una combinación de elementos que nace en el momento en que se construye la casa y también está influenciado por su orientación.
Y te voy a transcribir literalmente cómo define el Feng Shui esta energía:
“Chismes, discusiones, desarmonía extrema, rompimientos familiares y problemas. Especialmente desfavorable para Ming Gua 2, y mujeres embarazadas. “
Y no te lo pierdas, los propietarios, eran una pareja mayor que vivía justo encima de nosotros y no veas las peleas que tenían… Más adelante descubrimos que los anteriores inquilinos también pasaron por lo mismo.
OMG !!
¿Cómo te quedas con esta historia? Quizás te parezca difícil de creer, pero te lo explico tal y como yo lo viví, y te prometo que en ese momento tanto mi marido como yo alucinábamos y no nos lo podíamos creer.
A partir de ese momento me adentré a investigar y estudiar lo qué era el Feng Shui y como influye en las personas.
Lo bueno es que pusimos remedio y empezamos a tomar consciencia. El Feng Shui nos marcó exactamente cuáles eran los lugares que podían provocar disputas y lo estuvimos observando.
Lo más sorprendente fue descubrir que exactamente siempre discutíamos en los sitios que nos había marcado nuestro amigo, en uno de los sofás que teníamos y en la cocina.
Tanto en una casa como la otra puede experimentar lo que era el Feng Shui.
En el ático, en el que hacíamos fiestas, pude vivir lo que era el BUEN Feng Shui, en cambio, en la casa segunda casa, que a simple vista parecía ideal y te aseguro que era preciosa, pude experimentar el MAL Feng Shui, pero con la gran suerte que al conocer y entender lo qué era, pude tomar consciencia y poner remedio a una situación que quizás hubiera roto, en ese momento, mi relación de pareja.
Te explico esto para que reflexiones y para que puedas comprender que el Feng Shui es una herramienta que te aporta mucha información y te puede ayudar a que cambies ciertas actitudes que quizás estés teniendo por la energía que habita tu casa. Y para que pongas en duda, a las personas que venden el Feng Shui como algo que va a arreglar tu vida.
El Feng Shui no va a arreglar nada que tú no quieras arreglar. No te creas que poniendo seis monedas en el pomo de la puerta de tu casa vas a ganar más dinero.
Si realmente lo que quieres es eso, deberás revisar qué estás haciendo tú, para conseguir tus objetivos. Cuando tengas la actitud adecuada y además si el espacio te permite activar la prosperidad, sí que vas a conseguir tus propósitos, y eso te le puedo asegurar.
Si un espacio tiene mala energía para ti, lo único que puedes hacer es poner conciencia para tener una mejor actitud, pero la energía seguirá ahí, actuando sobre tu inconsciente. En cambio, si habitas una casa con buena energía y buen feng shui todo fluirá y las cosas serán mucho más fáciles para ti.
Deseo con esta historia haber puesto algo más de luz, en lo que se refiere a la importancia de vivir en una casa que tenga buena energía.
Si presientes que vives en una casa que no es positiva para ti, consulta con un buen profesional que te pueda ayudar.